Tu niño tiene que llevar gafas. Todo lo que necesitas saber
Miopía, hipermetropía o incluso astigmatismo son algunos de los problemas que visión a los que se enfrentan algunos niños y que les obligan, de manera irremediable, a tener que llevar gafas. Una situación esta que a algunos pequeños no afectará en absoluto y que a otros les causará un auténtico “trauma”. Por eso, si tu hijo se encuentra ahora en esa situación, es importante que le respaldes y apoyes para que ese cambio estético sea lo más sencillo y cómodo posible. ¿Cómo hacerlo? Consiguiendo tener una amplia información al respecto:
¿Qué hacer si rechaza las gafas?
No podemos negar que, en ocasiones, los menores son muy crueles con sus compañeros de clase al burlarse de cualquier “defecto” o característica física que poseen. Por eso puede ser que tu hijo no quiera llevar gafas al pensar que se van a reír en el colegio y que le van a poner apodos como el típico de “cuatro ojos”.
No obstante, tú sabes perfectamente que es imprescindible que luzca esas lentes, porque no sólo conseguirá ver mucho mejor sino también porque va a lograr evitar el empeoramiento de su problema de visión e incluso que aparezcan otros síntomas más graves. De ahí que debas llevar a cabo varias medidas para convencerlo:
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Ten paciencia y dale tiempo para que se vaya adaptando. No te enfades ni le chilles por no querer ponérselas.
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Pídele ayuda a su oftalmólogo para que pueda contribuir a convencerle. Está acostumbrado a hacerle frente al rechazo de las gafas por parte de sus pacientes más pequeños.
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Explícale cómo va a mejorar ahora su vida gracias a las gafas y dale cuenta también de las consecuencias a nivel de salud de no llevarlas puestas.
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Habla con los miembros de tu familia y pídeles que no hagan ningún tipo de comentario negativo sobre las lentes o cómo le sientan al menor.
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Por supuesto, no te olvides de enumerarle la larga lista de personajes conocidos que llevan gafas y que no tienen ningún problema al respecto. En concreto, puedes optar por citarle tanto al mago Harry Potter como a Clark Kent, Vilma de la serie “Scooby Doo”, Indiana Jones, Peter Parker, Lupita…Si le gusta el deporte, no dudes en darle a conocer que incluso el futbolista Cristiano Ronaldo luce en ocasiones gafas. Es cierto que se sabe que las lleva sin cristales, simplemente para lucir más guapo, pero es algo que no tiene porqué conocerlo tu hijo.
Consejos para comprar las gafas
Si importante es conseguir convencerle de que debe llevar sus lentes, también lo es comprarle las adecuadas. Por eso, nada mejor que seguir las recomendaciones que al respecto dan los oculistas y oftalmólogos en los casos en los que son para niños:
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Pídele consejo al médico y al óptico sobre cuáles son los modelos más adecuados para tu hijo en cuanto a aspectos tales como el material de la montura y el de la lente en sí. En concreto, lo idóneo es que la “armadura” sea de pasta y que la lente esté fabricada con policarbonato, ya que garantizan mayor resistencia a rasguños y golpes.
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Una manera de que tu pequeño no rechace tanto las gafas es que participe en la elección de las suyas, por ejemplo, en lo que a color se refiere. Así, podrá encontrar el que más le guste y con el que se sienta a gusto.
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Elige un modelo que cuente con unas patillas que den la seguridad de que no se le van a caer y que, al mismo tiempo, no le hagan daño.
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Es importante, eso sí, que antes de comprar el modelo para tu pequeño te informes convenientemente de las garantías que te ofrece, ya que al tratarse de un niño no hay que olvidar que las gafas corren “cierto peligro” y se necesita que haya seguridad de sustitución o de reparación si se le caen.
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Otro de los consejos que es vital tener en cuenta es el de comprarle un segundo par para que funcione como modelo de repuesto, en caso de que las que lleva de manera constante sufran algún daño que requieran ser llevadas a la óptica.
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Asimismo, no hay que olvidar que cuando se trata de niños de menos de seis o siete años también es vital tener en cuenta la posibilidad de comprarle con las gafas algunos cordones para que estas no se les caigan ni las puedan perder. Años atrás se utilizaban unos que resultaban absolutamente desfasados y propios más de ancianos que de pequeños. Sin embargo, ahora en las ópticas hay otros modelos que se ajustan perfectamente a la cabeza, que son de colores y que les permiten llevar un look realmente moderno.
Siguiendo todas estas recomendaciones, seguro que consigues que el pequeño se adapte bien a llevar gafas y que no se sienta feo o marginado por esa situación.